Todo dispositivo eléctrico y electrónico activo tiene la capacidad de producir interferencias electromagnéticas (EMI) que pueden interrumpir las comunicaciones de la red. Este problema ha aumentado proporcionalmente al crecimiento en el uso de equipos electrónicos.
Tanto la selección como el encaminamiento de los cables son fundamentales para
proteger a las comunicaciones de las interferencias.
Los pares activos de un cable multipar pueden interferirse entre sí, además de recibir interferencias externas. Este efecto se conoce como diafonía.
Existen dos métodos para medir la tolerancia ante la diafonía: par a par y PowerSum. El método par a par sólo mide la interferencia máxima provocada sobre un par específico por cualquier otro par activo del cable. Cuando hay muchos pares activos en un cable multipar, la degradación de prestaciones será mayor que la indicada por este método.
PowerSum es una manera más realista de medir la diafonía.
Se basa en las medidas del efecto combinado de todos los pares activos de un cable multipar sobre un par concreto.
Para los cables con más de cuatro pares, PowerSum es el único método apropiado para medir la tolerancia a la diafonía.
Fuentes de ruido externo
Todos los componentes de red, incluyendo conmutadores, PCs y cables, deben diseñarse para funcionar adecuadamente en presencia de ruido externo. Se ha de tener especial precaución cuando los componentes de cableado provienen de distintos fabricantes.
El encaminamiento de cables debería realizarse conforme a las recomendaciones del fabricante y evitar cualquier fuente posible de interferencias. Las fuentes potenciales de EMI pueden ser los motores de los ascensores, las puertas automáticas y los equipos de aire acondicionado. Cuanto más antiguo sean los sistemas, más probabilidades hay de que generen EMI. Los conductos metálicos cerrados constituyen una protección suplementaria para el cableado ante cualquier
fuente de EMI que no pueda evitarse de otro modo.
En el caso del cableado apantallado, es esencial una buena terminación y conexión a tierra de la pantalla en los paneles y en los conectores de las tomas. Los posibles beneficios de la pantalla deben sopesarse frente a las complejidad de la
conexión a tierra y la necesidad de garantizar la seguridad laboral. Cualquier fallo en la integridad de la pantalla puede generar, por ejemplo, elevadas corrientes en el
apantallamiento como consecuencia de una conexión a tierra defectuosa o de un mantenimiento descuidado. Estos efectos anulan completamente los supuestos beneficios y generan quebraderos de cabeza inesperados y difíciles de resolver.
Cuando se utilizan cables de par trenzado para transmisiones a 10 Gb/s, ha de prestarse especial atención a la diafonía externa, la diafonía producida por señales de canales adyacentes. Los avances más recientes en la tecnología de cableado UTP permiten que se reduzca al mínimo la diafonía externa, y son un componente fundamental de los estándares en desarrollo para la Categoría 6a.
En la mayoría de los entornos de interior, la transmisión balanceada a través de UTP protege muy bien contra el ruido externo. En los entornos con mucha actividad electromagnética, el cableado de fibra óptica es la única alternativa.
Normas de EMC
Tanto el instalador como el usuario deben asegurarse de que sus sistemas en red aseguren la compatibilidad electromagnética (EMC) con otros dispositivos electrónicos.
Las directivas europeas sobre EMC son obligatorias en la Unión Europea desde el 1 de enero de 1996 y en caso de incumplimiento, las multas se aplican a los propietarios de las redes. En Asia, muchos países ya han transpuesto a sus normas las exigencias descritas en el IEC CISPR para el cumplimiento de la EMC. En EE.UU., la FCC mantiene directivas muy estrictas sobre el cumplimiento de la EMC.
Los instaladores de renombre se asegurarán de que las especificaciones del cableado, el encaminamiento y las canalizaciones se diseñen para eliminar problemas de interferencia.Tanto la selección como el encaminamiento de los cables son fundamentales para
proteger a las comunicaciones de las interferencias.
Los pares activos de un cable multipar pueden interferirse entre sí, además de recibir interferencias externas. Este efecto se conoce como diafonía.
Existen dos métodos para medir la tolerancia ante la diafonía: par a par y PowerSum. El método par a par sólo mide la interferencia máxima provocada sobre un par específico por cualquier otro par activo del cable. Cuando hay muchos pares activos en un cable multipar, la degradación de prestaciones será mayor que la indicada por este método.
PowerSum es una manera más realista de medir la diafonía.
Se basa en las medidas del efecto combinado de todos los pares activos de un cable multipar sobre un par concreto.
Para los cables con más de cuatro pares, PowerSum es el único método apropiado para medir la tolerancia a la diafonía.
Fuentes de ruido externo
Todos los componentes de red, incluyendo conmutadores, PCs y cables, deben diseñarse para funcionar adecuadamente en presencia de ruido externo. Se ha de tener especial precaución cuando los componentes de cableado provienen de distintos fabricantes.
El encaminamiento de cables debería realizarse conforme a las recomendaciones del fabricante y evitar cualquier fuente posible de interferencias. Las fuentes potenciales de EMI pueden ser los motores de los ascensores, las puertas automáticas y los equipos de aire acondicionado. Cuanto más antiguo sean los sistemas, más probabilidades hay de que generen EMI. Los conductos metálicos cerrados constituyen una protección suplementaria para el cableado ante cualquier
fuente de EMI que no pueda evitarse de otro modo.
En el caso del cableado apantallado, es esencial una buena terminación y conexión a tierra de la pantalla en los paneles y en los conectores de las tomas. Los posibles beneficios de la pantalla deben sopesarse frente a las complejidad de la
conexión a tierra y la necesidad de garantizar la seguridad laboral. Cualquier fallo en la integridad de la pantalla puede generar, por ejemplo, elevadas corrientes en el
apantallamiento como consecuencia de una conexión a tierra defectuosa o de un mantenimiento descuidado. Estos efectos anulan completamente los supuestos beneficios y generan quebraderos de cabeza inesperados y difíciles de resolver.
Cuando se utilizan cables de par trenzado para transmisiones a 10 Gb/s, ha de prestarse especial atención a la diafonía externa, la diafonía producida por señales de canales adyacentes. Los avances más recientes en la tecnología de cableado UTP permiten que se reduzca al mínimo la diafonía externa, y son un componente fundamental de los estándares en desarrollo para la Categoría 6a.
En la mayoría de los entornos de interior, la transmisión balanceada a través de UTP protege muy bien contra el ruido externo. En los entornos con mucha actividad electromagnética, el cableado de fibra óptica es la única alternativa.
Normas de EMC
Tanto el instalador como el usuario deben asegurarse de que sus sistemas en red aseguren la compatibilidad electromagnética (EMC) con otros dispositivos electrónicos.
Las directivas europeas sobre EMC son obligatorias en la Unión Europea desde el 1 de enero de 1996 y en caso de incumplimiento, las multas se aplican a los propietarios de las redes. En Asia, muchos países ya han transpuesto a sus normas las exigencias descritas en el IEC CISPR para el cumplimiento de la EMC. En EE.UU., la FCC mantiene directivas muy estrictas sobre el cumplimiento de la EMC.
Algunos fabricantes también ofrecen garantías de EMC para las instalaciones certificadas realizadas con sus soluciones.
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